Principales Hábitos en los Niños y Cómo Manejarlos

 

¿Qué Hace que un Hábito Sea un Hábito?

Un hábito es un comportamiento que los niños repiten con frecuencia, a menudo sin darse cuenta.

 

Muchos hábitos infantiles implican tocar o jugar con partes del rostro o del cuerpo. A veces los niños son conscientes de lo que hacen, y otras veces lo hacen de forma automática.

 

Hábitos Comunes en los Niños

Algunos de los hábitos más comunes entre los niños incluyen:

Chuparse un dedo, el pulgar o el chupete

Meterse los dedos o las manos en la boca

Morderse o arrancarse las uñas

Enroscarse o tirarse del cabello

Hurgarse la nariz o las costras

Morderse los labios o el interior de las mejillas

Masticar objetos como lápices o ropa

Rechinar los dientes

 

¿Por Qué Desarrollan Hábitos los Niños?

 

Los hábitos suelen brindar consuelo a los niños. Por ejemplo, conductas como chuparse el pulgar pueden ayudarlos a calmarse mientras dejan atrás la etapa de bebés y enfrentan el estrés o la ansiedad.

 

A veces, los hábitos surgen simplemente por aburrimiento. En esos casos, el comportamiento se convierte en una forma de pasar el tiempo más que en una respuesta al nerviosismo. Por ejemplo, los niños pueden morderse las uñas más a menudo mientras miran televisión o están inactivos que cuando se sienten ansiosos.

 

Otros hábitos pueden empezar por razones prácticas, pero continuar mucho después de que esa necesidad haya desaparecido. Por ejemplo, un niño con resfriado puede comenzar a hurgarse la nariz para limpiarla. Si lo sigue haciendo incluso después de aprender a sonarse correctamente, probablemente se haya convertido en un hábito.

 

Los padres también influyen. Los niños suelen imitar lo que ven, así que si tu hijo desarrolla un hábito, vale la pena preguntarte si puede haberlo aprendido al observarte. Por ejemplo, el hábito de morderse las uñas a veces se transmite dentro de la familia.

 

Cómo Ayudar a los Niños a Dejar un Hábito

 

La mayoría de los hábitos desaparecen por sí solos con el tiempo. Sin embargo, si el hábito de tu hijo interfiere con sus actividades diarias o le causa daño, puede ser momento de ayudarlo a superarlo.

 

Por ejemplo, chuparse el dedo o los dedos suele ser inofensivo y común en los niños pequeños. Pero si lo hace constantemente—tanto que afecta su capacidad para hablar, comer, genera problemas dentales o provoca burlas de otros niños—puede ser hora de intervenir.

 

Consejos para Reducir los Hábitos

 

Hablen sobre el tema juntos. Ayuda a tu hijo a entender su comportamiento e invítalo a buscar una solución. Por ejemplo: “¿Qué podrías hacer en lugar de hurgarte la nariz para no esparcir gérmenes?”

 

Ofrece recordatorios suaves. Señala el hábito de manera calmada cuando ocurra, sin regañar ni avergonzar.

 

Proporciona distracciones. Anima a tu hijo a realizar actividades alternativas que mantengan sus manos ocupadas, como jugar con un juguete de movimiento mientras mira televisión o hacer un juego con las manos como La Arañita Pequeñita.

 

Aborda un hábito a la vez. Si tu hijo tiene más de un hábito—por ejemplo, chuparse el pulgar y tirarse del cabello—concéntrate en eliminar uno primero. A menudo, cuando uno desaparece, el otro también disminuye o se detiene.

 

Cuándo Puede Ser Necesario Buscar Ayuda

 

La mayoría de los hábitos son inofensivos y desaparecen con el tiempo, pero en algunos casos puede requerirse ayuda profesional.

 

Chuparse el Pulgar o los Dedos

Si este hábito continúa durante varios años, puede afectar el desarrollo dental de tu hijo. Si tu hijo sigue chupándose el pulgar o los dedos después de los 4 años, consulta con su pediatra o médico de familia sobre opciones para desalentar el hábito. Si te preocupa un posible problema dental, lo mejor es hablar con el dentista.

 

Cuando la Ansiedad Puede Ser la Causa

A veces los hábitos son una señal de ansiedad. En estos casos, es importante abordar la causa subyacente, no solo el comportamiento. Habla con el pediatra o médico de familia, quien puede derivarte a un profesional adecuado. Por ejemplo, un psicólogo puede enseñar a tu hijo estrategias efectivas para manejar la ansiedad y reducir el hábito.

 

Hábitos en Niños con Discapacidad o Necesidades Adicionales

Los niños con discapacidad, los niños autistas o aquellos con otras necesidades adicionales pueden tener hábitos más frecuentes o notorios que otros niños. Si te preocupa, un psicólogo o especialista con experiencia en este tipo de necesidades puede ofrecer orientación y apoyo personalizados.

 

¿Hábito o Tic?

Es importante distinguir entre un hábito y un tic. Los tics son movimientos o sonidos repentinos, repetitivos e involuntarios, como parpadeos, gestos faciales, movimientos bruscos de los brazos o gruñidos. Un niño puede lograr controlar un tic brevemente, pero este suele reaparecer cuando deja de concentrarse.

 

Si notas que tu hijo tiene tics que parecen causar malestar o son persistentes, lo mejor es buscar asesoramiento profesional. Su pediatra o médico de familia puede orientarte sobre los próximos pasos y derivarte al especialista adecuado.