Mojar la Cama

Justo cuando pensabas que los problemas con el baño habían terminado, aparece un nuevo desafío: mojar la cama. [inserta música de batalla]


Mojar la cama

Mojar la cama puede ocurrir por varias razones y es relativamente común, incluso en niños en edad escolar. Algunas de las causas pueden incluir:

  • Dormir profundamente y tener dificultad para despertarse por la noche.

  • Producir más orina de lo normal durante la noche.

  • Tener estreñimiento.

  • Tener músculos de la vejiga que se activan demasiado durante el sueño.

  • Padecer condiciones que interrumpen el sueño, como la apnea obstructiva del sueño.

Además, mojar la cama suele ser hereditario. Si tú mojabas la cama cuando eras niño o niña, tus hijos podrían tener más probabilidades de hacerlo también.

Es importante recordar que los niños no pueden controlar el hecho de mojar la cama, y la mayoría lo supera con el tiempo. Tranquiliza a tu hijo diciéndole que es completamente normal y, si tiene curiosidad, puedes explicarle de manera sencilla por qué sucede.


Cuándo buscar ayuda

Considera hablar con el médico de tu hijo si sigue mojando la cama con frecuencia alrededor de los 7 u 8 años, y te preocupa cómo manejará situaciones como pijamadas o excursiones escolares con noche incluida.
También es recomendable consultar al médico si mojar la cama comienza a preocupar o angustiar a tu hijo.

Debes hablar con el pediatra si tu hijo presenta:

  • Episodios de mojar la cama que regresan después de un largo período de estar seco.

  • Ronquidos o sueño inquieto que ocurren al mismo tiempo que el mojar la cama.

  • Estreñimiento.


Cómo ayudar

Si tu hijo moja la cama, trata de mantener la calma y recuerda: no es su culpa. Mojar la cama es común y, por lo general, solo una etapa del crecimiento.

Algunos consejos prácticos que pueden ayudar:

  • Anima a tu hijo a evitar bebidas con cafeína, como los refrescos de cola, ya que pueden aumentar la producción de orina.

  • Recuérdale que use el baño justo antes de irse a dormir.

  • Coloca una luz de noche para que pueda encontrar fácilmente el baño si se despierta.

También es mejor evitar:

  • Despertar a tu hijo en medio de la noche para llevarlo al baño —esto no le enseña a despertarse por sí mismo.

  • Restringir demasiado los líquidos por la noche —los niños aún necesitan mantenerse bien hidratados durante el día.

 


Herramientas que puedes usar

Las alarmas para mojar la cama suelen ser el primer tratamiento recomendado para niños de 7 años o más.

Estas alarmas emiten un sonido cuando el niño comienza a orinar, ayudándole poco a poco a reconocer la sensación de tener que ir al baño y despertarse a tiempo.

Existen dos tipos principales:

  • Alarma de almohadilla y campana: una alfombrilla de goma que se coloca bajo las nalgas del niño y se conecta a una pequeña alarma. Cuando la alfombrilla se moja, la alarma suena.

  • Alarma personal: se engancha al pijama o la ropa interior del niño y suena al detectar humedad.

Si usas una alarma para mojar la cama, puede ser útil dormir en la habitación de tu hijo durante la primera semana. Es posible que necesite tu ayuda para despertarse y llegar al baño, y algunos niños pueden sentirse confundidos o asustados al principio —la calma y el consuelo son clave.

La mayoría de los niños usan la alarma entre 1 y 3 meses, según su progreso. Si después de tres meses no hay mucha mejoría, pueden tomar un descanso y volver a intentarlo más adelante o probar otras opciones.

Las alarmas para mojar la cama son completamente seguras —no existe riesgo de descarga eléctrica—, aunque podrían no ser adecuadas para niños con hipersensibilidades sensoriales.