Así que tu hijo aprendió a mentir
Los niños suelen aprender a mentir alrededor de los dos años; es en este momento cuando han aprendido que no puedes vigilarles cada segundo del día, lo que aprovecharán al máximo. A medida que crecen, los niños aprenden a enmascarar sus expresiones faciales y su tono de voz para mentir mejor. Aunque algunas mentiras no hacen necesariamente daño a nadie (como decir que no se ha comido la última galleta cuando la prueba está literalmente en su cara), es una buena idea ayudar a tu hijo a entender que mentir no es una forma de evitar meterse en problemas. Una forma de que los padres y cuidadores reduzcan/eviten que sus hijos mientan es comprender mejor por qué mienten los niños y cómo abordar nuestras propias reacciones ante nuestros hijos.
Entonces, ¿por qué mienten los niños?
-Para cubrirse a sí mismos o a otros
-Para medir tu reacción ante las mentiras
-Ganar más atención haciendo más interesante una historia
-Para parecer mejores
-Para conseguir algo que desean
-Evitar herir los sentimientos de los demás
Animar a los niños a decir la verdad
Fomentar la honradez en los niños es esencial una vez que pueden diferenciar entre la verdad y la mentira. He aquí algunos consejos para fomentar la honradez y disuadir de mentir:
Entabla conversaciones: Habla sobre las implicaciones de mentir; las historias sociales son estupendas para esto, poniendo a tu hijo en la piel de alguien a quien se está mintiendo y preguntándole cómo se sentiría o reaccionaría.
Evita las situaciones de mentira: Enmarca las preguntas/afirmaciones para evitar fomentar la mentira. Ejemplo: «Oh, se han caído todos los cereales al suelo; vamos a limpiar el estropicio, porque es lo que hay que hacer».
Elogia la sinceridad: Reconoce cuando los niños admitan errores, pero no le des mucha importancia. Mentir puede ser una forma de autopreservación; a menudo, mentir puede ser el resultado de una reacción extrema de los padres ante un error/accidente: el niño aprende entonces que mentir es más fácil de manejar que la reacción de sus padres. Reconoce cuando los niños faltan a la verdad sin etiquetarlos ni preguntarles continuamente si mienten.
Modela la veracidad: Da ejemplo compartiendo tus propias experiencias sinceras. Admite cuando cometas un error y lo que vas a hacer para solucionarlo.
Cuando los niños mienten sobre el acoso escolar y otras cuestiones graves
Los niños pueden mentir sobre temas graves, como el acoso o los malos tratos, por miedo al castigo.
Si sospechas que tu hijo miente para proteger a alguien, sigue estos pasos:
Asegúrales su seguridad si dicen la verdad.
Infórmales de que trabajarás para mejorar la situación.
Si te preocupa el comportamiento o la seguridad de tu hijo, busca ayuda profesional de un médico de cabecera, un pediatra, un psicólogo o un orientador escolar.