Relaciones entre padres y profesores: La clave del éxito de la vuelta al cole

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Por Donna Housman, Doctora en Educación La Dra. Donna Housman, Doctora en Educación, es la fundadora y directora general del Instituto Housman, que lleva a cabo investigaciones sobre la inteligencia emocional en los niños pequeños y desarrolla programas de alta calidad para formar a educadores de la primera infancia.
La Dra. Housman tiene más de treinta y cinco años de experiencia como psicóloga en el campo del desarrollo infantil y la educación de la primera infancia.

Dra. Donna Housman, Doctora en Educación

Los niños van a la escuela este otoño, muchos por primera vez.
Aunque la pandemia fue una montaña rusa emocional para los niños y las familias, hay un resquicio de esperanza: padres y profesores adquirieron una comprensión más sólida de la importancia de unas relaciones y una comunicación sólidas entre padres y profesores, una comprensión que puede impulsar el aprendizaje y el desarrollo a medida que salimos de la pandemia.

 

Los niños prosperan cuando los padres y los profesores mantienen relaciones sólidas.

 

Cuando los alumnos se dirigen a las escuelas y a las aulas, el aprendizaje social y emocional es la principal preocupación de los padres.
Seis de cada diez padres dicen estar preocupados por el desarrollo social y emocional de sus hijos, aproximadamente el doble del porcentaje de padres que dijeron que el aprendizaje académico es su principal preocupación, según un nuevo estudio publicado este verano (lee el informe completo de New America o la cobertura de Big Heart World).

 

Cuando los niños pequeños van a la escuela, la responsabilidad de los padres de garantizar su educación y desarrollo tempranos no se traspasa al profesor.
Los padres saben lo que ha ocurrido durante el último año y medio; saben en qué han tenido dificultades y en qué han destacado sus hijos, tanto académica como emocionalmente, y estas ideas deben compartirse con los educadores.
Del mismo modo, los educadores y los padres/cuidadores deben trabajar juntos a lo largo del tiempo para forjar conexiones entre el hogar y la escuela que apoyen el aprendizaje de los niños para abordar sus necesidades, tanto académicas como socioemocionales.

 

A lo largo de mis 30 años en educación, investigación y psicología infantil, he comprobado el poderoso impacto que tienen en los niños las relaciones sólidas entre padres y profesores.

 

Por ejemplo, la resolución de conflictos.
Durante mi etapa como directora de un centro de educación infantil de Boston, vi mi buena ración de padres y niños frustrados.
Niños de tres años huyendo de papá, papá enfadado por la falta de regulación emocional de su hijo: todos los padres pueden identificarse y empatizar.

 

Sin embargo, también he visto la eficacia de las relaciones entre padres y profesores a la hora de mediar en situaciones de gran intensidad.
He visto a padres, educadores y alumnos trabajar con grandes emociones: calmando sus cuerpos, preparándose para un diálogo abierto sobre las emociones, compartiendo sentimientos y encontrando soluciones.

 

Cuando los profesores y los padres se comunican sobre lo que le ocurre a su hijo/alumno, e identifican formas de responder, modelar y guiar, se proporciona una coherencia de mensajes y expectativas compartidas.
El resultado: El niño se siente seguro, más controlado, con un sentimiento de orgullo y confianza.
Además, los padres y los profesores también se sienten mucho mejor.

 

 

Formas en que padres y educadores pueden colaborar para establecer relaciones sólidas que ayuden a los alumnos:Nuevo curso escolar, nuevas emociones

 

Los niños llevarán grandes emociones a las aulas.
Para los que nunca han ido a la escuela, es de esperar miedo y ansiedad por la separación.
Los niños pueden tener una mayor ansiedad por socializar después de un año de quedarse en casa o de que se les diga que se relacionen a distancia.
Para algunos, puede haber una sensación de sobreexcitación por volver a ver a los amigos.

 

Aunque son naturales, si no se las apoya, estas emociones pueden crear trastornos dentro del niño, entre los niños y en toda la clase.

 

Mientras los profesores se ocupan de las necesidades académicas de los alumnos, es importante que los padres ayuden a los niños a identificar, comprender y regular las emociones.
Esto proporciona espacio cerebral para otras actividades como centrarse, resolver problemas, pensar creativamente y escuchar activamente.

 

Los padres pueden ponerlo en marcha basándose en lo que han observado durante el último año y medio con sus hijos y compartiendo lo que han visto y aprendido sobre ellos: qué les pone más nerviosos, qué les ayuda a calmarse, qué despierta su curiosidad, etc.

Éstas son las conversaciones de importancia crítica que allanan el camino para un diálogo abierto entre padres y profesores sobre las emociones de los niños.

 

 

 

Ten en cuenta a TU hijo y sus necesidades

 

Como sabemos, empezar el colegio siempre está lleno de GRANDES emociones, pero este año es un territorio desconocido para muchos niños y familias.
Por eso, los padres deben dedicar más tiempo a reflexionar sobre sus hijos y sus necesidades particulares.

 

Considera la experiencia escolar de tu hijo antes de la pandemia y cómo se siente al volver a la escuela o al ir a la escuela por primera vez.
Considera los sentimientos que tu hijo experimentó durante la pandemia y las experiencias que podrían haber conformado la mentalidad o las habilidades de tu hijo de cara al curso escolar.

 

Te recomendamos que hagas este cuestionario, desarrollado por el Instituto Housman y Big Heart World, para responder a las preguntas sobre el desarrollo social y emocional de tu hijo en este momento y para obtener una lista de las necesidades únicas de tu hijo y un conjunto de herramientas personalizadas que puedes utilizar para apoyar su desarrollo social y emocional.

 

 

Mantén abiertos los canales de comunicación entre padres y profesores

 

Menos de la mitad de los padres dicen sentirse cómodos comunicándose con los profesores de sus hijos.
Aunque estas conversaciones pueden ser difíciles, son importantes para apoyar el crecimiento de los niños.

 

Una vez que los padres hayan reflexionado sobre los puntos fuertes y las necesidades específicas de su hijo, estarán más preparados para entablar una conversación con el nuevo profesor de su hijo.

 

Habla con el profesor al principio del curso y acostúmbrate a mantener la conversación a medida que avance el curso.

 

Comunicarse pronto y a menudo dará a profesores y padres la información que necesitan para ayudar a los niños en esta transición y promover su crecimiento y aprendizaje sanos.

 

Los padres, a lo largo del último año -quizá sin saberlo siquiera- han estado preparando o creando las herramientas de comunicación necesarias para establecer sólidas relaciones de trabajo con el profesor de su hijo.
Ahora es el momento de poner en práctica los amplios conocimientos de los padres para apoyar la transición saludable de sus hijos y el éxito del curso escolar.