Cuando los niños cometen errores

Cometer errores es una parte natural, aunque frustrante, del aprendizaje, y enseñar a nuestros hijos a afrontarlos puede prepararles para el éxito en el futuro. Cuando nuestros hijos cometen errores, puede que no nos parezcan gran cosa: que se les caiga la torre de bloques, que no sepan colorear siguiendo las líneas, que derramen algo o que simplemente no sepan cómo hacer algo. Sin embargo, para nuestros hijos estos «pequeños» errores son muy reales y van acompañados de grandes emociones infantiles.

 

Cómo apoyar a los niños cuando cometen errores

Cambia tu forma de reaccionar

Si tu hijo comete un error, es importante que intentes no tener reacciones negativas, sobre todo si se trata realmente de un error. Queremos que nuestros hijos puedan acudir a nosotros cuando cometan errores, no que se escondan de nosotros temiendo nuestras reacciones.

 

Anímales a que lo intenten y averigüen qué ha fallado

A veces, no ayudarles es en realidad ayudarles; hacer que nuestros hijos se esfuercen por hacer algo puede ser estupendo para reforzar el aprendizaje. Por ejemplo, cuando un bebé está aprendiendo a andar, probablemente se frustrará cuando no pueda mantenerse de pie durante largos periodos de tiempo o no sea capaz de coordinar los pies. Los padres pueden animar a su bebé a andar cogiéndole de la mano o utilizando juguetes para caminar, pero en última instancia tienen que ser ellos quienes se den cuenta.

Cuando los niños sean mayores, puedes ofrecerles pistas para ayudarles a resolverlo por sí mismos sin darles la respuesta. Utilizar palabras alentadoras puede aumentar su confianza en sí mismos.

 

Desglosa las tareas

Divide el objetivo general en tareas más pequeñas y manejables para que a tu hijo le resulte más fácil llegar a su objetivo, y al mismo tiempo le proporcione una sensación de logro cuando complete la tarea más pequeña.

 

Conviértelo en un juego

Reta a tu pequeño a ver quién puede completar la tarea antes, a veces cuando los niños compiten contra otra persona puede reducir sus frustraciones consigo mismos.

 

Sirve de modelo a tus hijos sobre cómo gestionar tus errores

Nosotros también cometemos errores y es importante que los afrontemos como querríamos que lo hicieran nuestros hijos. Si derramamos algo, o nos olvidamos de recoger la leche en la tienda; podríamos enfadarnos y maldecirnos a nosotros mismos o podríamos reconocer y aceptar el error y hacer un plan para remediarlo.

 

Los errores son una forma estupenda de que nuestros hijos aprendan; intenta resistir el impulso de acudir a su rescate cuando pidan ayuda. A veces, como padres nos duele ver a nuestros hijos fracasar, sin embargo no siempre estaremos ahí para ayudarles. Es importante que los niños aprendan a superar los retos por sí mismos (dentro de lo razonable). Utiliza tu buen juicio cuando vayas a socorrer a tu hijo; si tienes un niño pequeño que está aprendiendo a ir al baño y tiene un accidente o tira demasiado papel higiénico por el retrete, puede ser un buen momento para ayudarle directamente mientras le cuentas lo que estás haciendo. Sin embargo, si tienes un hijo de cinco años y se frustra cuando no consigue hacer bien un dibujo que está haciendo, entonces las palabras de aliento pueden ser más adecuadas.