Nervios del primer día
Estirar gradualmente los tiempos de separación varios meses antes del comienzo de la escuela es una estrategia para aliviar los temores del jardín de infancia. El objetivo es ayudar poco a poco a tu hijo a sentirse más cómodo con los adultos que no son familiares directos y a darse cuenta de que puede sobrevivir sin la presencia de sus padres. Aquí tienes algunas ideas que pueden ayudarte:
Ayude a su hijo a hacer un amigo: Conocer a un compañero de clase puede minimizar los nervios del primer día, así que, si es posible, ayude a su hijo a conocer a un compañero antes de que empiecen las clases. Pregunte a los padres o entrenadores de la zona si conocen a algún niño en edad preescolar que vaya a asistir a la escuela.
Pon cara de felicidad: Tu hijo te sigue, así que mantén la calma y muéstrale confianza. Contén esas lágrimas hasta que te pierdas de vista.
Practicar las habilidades sociales en casa: Represente situaciones sociales habituales que su hijo encontrará en el colegio, como conocer a alguien, iniciar una conversación, preguntar si puede participar en un juego o pedir ayuda a un profesor. Los niños aprenden mejor las habilidades sociales si usted les muestra y no les dice lo que tienen que hacer, así que practique una nueva habilidad cada vez hasta que su hijo pueda realizarla sin usted.
Para la mayoría de los niños, la ansiedad por la separación es normal y pasará. La clave está en observar un aumento gradual de la confianza y una disminución de las preocupaciones. Si la ansiedad continúa o aumenta, consulte con el profesor o el orientador para ver si tienen sugerencias para ayudar a su hijo a adaptarse. Recuerda que el proceso de adaptación puede durar desde un día hasta varias semanas, así que ten paciencia. Ayudar a tu hijo a aprender a despedirse y a desenvolverse con seguridad en la vida sin ti es otro hito importante del desarrollo y forma parte del crecimiento.